Armenia y Azerbaiyán acuerdan intercambiar 34 prisioneros de guerra y negociarán una paz definitiva | Internacional

Por primera vez tras más de un año de tensión política y militar, Azerbaiyán y Armenia han pactado el intercambio de prisioneros de guerra como “gesto de buena voluntad” y un primer paso para alcanzar un acuerdo de paz definitivo. “La República de Armenia y la República de Azerbaiyán están de acuerdo en que existe una oportunidad histórica para alcanzar la paz largo tiempo deseada en la región. Los dos Estados reafirman su intención de regular sus relaciones y alcanzar un tratado de paz sobre la base del respeto a los principios de soberanía e integridad territorial”, se lee en el comunicado conjunto publicado la noche del jueves por los gobiernos de ambos países.

El trato permitirá que 32 militares armenios y dos militares azerbaiyanos puedan regresar a sus casas después de años encarcelados en el otro país tras haber recibido diferentes penas de prisión. La mayoría de estos prisioneros fueron capturados al término de la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj (2020) y en escaramuzas posteriores a lo largo de la frontera entre ambos países. Según explicó este viernes el presidente del comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Armenio, Sargis Jandanián, serán canjeados en un lugar de la frontera común en “las próximas horas o días”.

Desde que se independizaron de la Unión Soviética en 1991, los dos países caucásicos han mantenido un largo conflicto por el control de región de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia pero situada en territorio de Azerbaiyán, que ha provocado unos 40.000 muertos y un millón de desplazados. En la década de los noventa, las fuerzas armenias se hicieron con el control de la región y de varias provincias azerbaiyanas, que Bakú recuperó en la guerra de 2020. El pasado septiembre, después de nueve meses bloqueando Nagorno Karabaj, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán lanzaron una nueva ofensiva que recuperó el control total del enclave y provocó el éxodo de toda su población armenia, en lo que los armenios denuncian como una “limpieza étnica”.

La última vez que se produjo una entrega de prisioneros fue en octubre del año pasado, un par de meses antes de que el conflicto se volviera a calentar con el bloqueo de Nagorno Karabaj. En esa ocasión, Azerbaiyán retornó a 17 prisioneros armenios tras unas negociaciones mediadas por Estados Unidos. Según Bakú, en las prisiones azerbaiyanas quedan 23 prisioneros de guerra armenios, cifra que, desde Armenia, se eleva a más de 70. Armenia también incluye en este cómputo a ocho altos dirigentes políticos armenios de Nagorno Karabaj, capturados por Azerbaiyán el pasado septiembre cuando intentaban huir del enclave, que se enfrentan a juicio en Bakú. En cambio, una vez liberados los soldados azerbaiyanos, no quedará ninguno en las cárceles de Armenia.

Deshacer el aislamiento

Pese a las humillantes derrotas sufridas, el Gobierno armenio, dirigido por Nikol Pashinián, lleva tres años buscando un acuerdo de paz con Azerbaiyán con el que deshacer su aislamiento en la región (las fronteras con Azerbaiyán y Turquía están cerradas desde hace tres décadas). Sin embargo, la parte azerbaiyana se había ausentado de los últimos encuentros en Madrid y Washington promovidos por la Unión Europea y Estados Unidos por considerar que los mediadores eran parciales y favorables a Armenia. Por contra, el reciente acuerdo —según subrayó Jandanián— ha llegado sin el concurso de mediadores externos, como fruto de negociaciones directas entre los equipos de ambos países.

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La UE, EE UU, Rusia y Turquía han dado la bienvenida al pacto alcanzado por ambos países. “Coincidimos en que hay una oportunidad histórica de alcanzar la paz en la región y estamos comprometidos a apoyar este esfuerzo”, dijo el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en la red X (antes Twitter).

En el acuerdo, Armenia y Azerbaiyán se comprometen a continuar negociando nuevas medidas para incrementar la confianza entre ambos países. La segunda medida, tras el intercambio de prisioneros, es que Armenia ha retirado su candidatura a presidir y acoger la COP29, la edición del próximo año de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. En su lugar, apoyará la candidatura de Azerbaiyán, que también cuenta con el beneplácito de Rusia.

A escasos días de que termine la COP28 en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), todavía se desconoce qué país acogerá la próxima reunión y dirigirá las discusiones durante 2024. Le corresponde hacerlo a algún país del área de Europa Oriental, pero Rusia ha vetado a todos aquellos que pertenecen a la UE por las sanciones adoptadas en su contra a raíz de la invasión de Ucrania. Según Reuters, otros candidatos que se barajan son Moldavia y Serbia, ya que algunos países no ven con buenos ojos que un segundo Estado productor de petróleo y gas como Azerbaiyán acoja la cumbre sobre el clima después de que lo haya hecho Emiratos.

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By Gladis Covas Pulido

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