Kelsey Grammer (Saint Thomas, Estados Unidos, 68 años) tenía 29 años cuando interpretó por primera vez a Frasier Crane. Era uno de los secundarios estrella de la comedia Cheers. Luego se convirtió en el protagonista de otra serie que terminaría siendo incluso más popular y premiada que su antecesora. De hecho, sigue siendo la comedia con más premios Emmy de la historia. Este martes, Grammer, votante del partido republicano confeso, firme defensor de Donald Trump y cristiano devoto, visitó Madrid para hacer una ronda de entrevistas por el regreso de la serie, disponible en SkyShowtime. Inaugura la jornada con EL PAÍS y la terminará en El hormiguero. Con su voz grave, responde conciso a las preguntas de forma pausada, amable y sonriente.
Pregunta. ¿En qué se diferencian el Frasier de hoy del de hace 20, 30 o 40 años?
Respuesta. Obviamente, es mayor, se siente más a gusto consigo mismo. No tiene tanto miedo sobre lo que significa su vida. Se ríe un poco más de sí mismo. Ha madurado. No lo ha hecho del todo, pero sí es un Frasier más amable.
P. Ha interpretado este rol desde 1984, en Cheers. ¿Cómo es llevar con un personaje tanto tiempo?
R. Es como vivir una vida, depende de ti cómo lo hagas. La vida me sorprende e interesa constantemente. Me lo han preguntado otras veces: ¿no te cansas de interpretar al mismo personaje? Solo si te cansas de la vida.
P. Tras 19 años, ¿cómo fue su reencuentro con el personaje?
R. Fue interesante volver a él. Fue como ponerme un conjunto de ropa vieja que había olvidado que tenía y que ahora te sienta un poco diferente. Él es un poco distinto. Pero sigue igual de entusiasmado por vivir cada día. Eso es algo que siempre me ha parecido destacable de él. Ha sufrido muchas cosas en su vida y ha pasado por muchas dificultades, pero es capaz de despertarse la siguiente mañana y estar preparado para la batalla de nuevo.
P. Cuando un actor está tan vinculado a un personaje, el público puede llegar a pensar que uno y otro se parecen. ¿En qué aspectos se diferencian Frasier y usted?
R. Frasier es parte de mi imaginación, podría decirse que lo he creado, pero no es realmente quien soy yo. Yo no vivo de la misma forma, soy mucho menos delicado, vivo de una forma más casual. Paso menos tiempo preocupándome por mí mismo, él está un poco obsesionado consigo mismo. Pero quiere hacer del mundo un lugar mejor, y yo también, en eso sí somos parecidos.
P. La nueva Frasier sigue el formato de la sitcom tradicional, con público en directo, risas… ¿Es un tipo de serie que encaja con el público de hoy?
R. Sí lo creo. ¿Es habitual en la cultura actual? Ya no, pero las series más grandes que vimos durante décadas eran sitcoms multicámara. Desde Cheers hasta La hora de Bill Cosby, Roseanne, docenas de series, Friends, Will & Grace… Y son las que perduraron. Incluso más atrás, El show de Dick Van Dicke en realidad se grababa con una sola cámara pero se presentaba de esta misma forma, como una sitcom. Y son las series que todos recordamos.
P. Le preguntaba antes por los cambios de Frasier Crane en estos años pero, ¿cómo ha cambiado usted como actor en estos años?
R. Es interesante. John Gielgud [legendario actor y director de teatro británico] dijo que cuesta 17 años convertirse en actor. Cuando empecé a interpretar a Frasier en Cheers yo ya llevaba cinco o seis años. Creo que tenía algo de razón. Hay algo que te da la experiencia vital que llena los personajes. Si no lo tienes en tu propia vida, no lo tendrá tu personaje, así que un personaje joven es un poco menos interesante, honestamente. Así funciona la vida. Tengo más experiencia vital y creo que eso se filtra un poco más en los personajes. Tengo también un gran sentido del humor y se lo he prestado a Frasier.
A medida que el mundo se vuelve más loco, el humor gana importancia. Si no puedes reírte, estás jodido
P. ¿Es más complicado hacer comedia y humor hoy que hace 20 o 30 años?
R. Creo que es más difícil lograr que la gente deje de hacerse la víctima. Victimizarse es algo muy popular ahora. Todo el mundo tiene una razón para decir, “oh, sufro por esto”, o “sufrí eso otro”, o “miradme, miradme como soy”. Ok, mira, somos personas, todos sufrimos, todos hemos sido víctimas en algún momento. Todos hemos pasado por alguna situación donde no nos trataron bien. ¿Qué es diferente ahora de hace quizá 30 años? La gente tenía mejor sentido del humor sobre ellos mismos. Hoy todos nos tomamos tan en serio a nosotros mismos que casi cualquier cosa que salga de la boca de alguien puede ofender a otra persona. Necesitamos relajarnos un poco.
P. Usted ha sido siempre muy claro sobre sus opiniones políticas. ¿Ha tenido algún problema en Hollywood por ello?
R. No, no he sentido nunca eso y no me preocupa demasiado, la verdad. Soy conservador, y para mí, lo que significa ser conservador es que el individuo es el mayor tesoro. Y eso es por lo que me esfuerzo, por asegurarme de que cada persona del mundo sea tan importante como las demás.
P. En un mundo como el de hoy, con tantas guerras y tantos problemas, ¿qué función tiene la comedia?
R. A medida que el mundo se vuelve más loco, el humor gana importancia. Si no puedes reírte, estás jodido.
Soy conservador, y para mí, lo que significa ser conservador es que el individuo es el mayor tesoro
P. ¿Y qué función tiene un actor en el mundo actual?
R. En el fondo siempre se trata de cambiar el mundo, ¿no? Una vez que encontramos nuestro propósito, siempre creemos que lo podemos hacer mejor porque queremos salvar el mundo, o al menos nuestra porción de mundo, y convertirlo en un lugar mejor. Seas un guerrero, un poeta, un actor o un escritor, hacemos todo lo posible para hacer que nuestra esquina del mundo sea un lugar mejor.
P. ¿Y cómo consigue eso un actor?
R. Un actor, como dijo Shakespeare, sostiene un espejo ante la vida. Y ayuda a otros a navegar por la vida, a mirarla, les da una perspectiva que quizá no tenían o les hace ver que somos uno y que estamos conectados y que la experiencia humana es universal.
P. Le hemos visto también haciendo drama, en televisión por ejemplo recuerdo Boss, un personaje totalmente diferente. ¿Dónde se encuentra más a gusto, en la comedia o el drama?
R. El de Boss es mi personaje favorito, de verdad, Tom Kane, era maravilloso. Fue genial interpretarle porque era tan malo y tan duro, incluso cómico a veces, porque no tenía ningún límite. Tom Kane haría cualquier cosa, mataría a quien fuera.
P. Es más divertido interpretar a un villano, a un antihéroe.
R. Sí, a los actores nos encanta interpretar tipos malos. No tienen brújula moral. No hay límites en tu imaginación cuando interpretas a un malo.
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