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El presidente argentino, Javier Milei, ha emitido dos decretos que modifican las disposiciones de la Ley de Defensa Nacional y amplían significativamente el ámbito de acción de las fuerzas armadas. Estas disposiciones permiten la participación de las fuerzas armadas en la cooperación en materia de seguridad interna y marcan un cambio en la demarcación histórica entre defensa nacional y seguridad interna.
La Ley de Defensa Nacional, aprobada en 1988 bajo el gobierno de Raúl Alfonsín después de la restauración de la democracia, había establecido una clara separación entre las funciones de las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad y limitaba las intervenciones militares exclusivamente a la defensa contra agresiones externas. Durante los gobiernos posteriores, incluidos los de Néstor Kirchner y Alberto Fernández, esta línea divisoria se mantuvo, aunque surgieron diferentes enfoques. Sin embargo, los últimos cambios introducidos por Milei suponen un giro hacia una mayor injerencia militar en los asuntos internos.
Redefiniendo la agresión externa y los objetivos estratégicos
El primer decreto, firmado por Milei junto con la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Defensa Luis Petri, redefine los “objetivos de valor estratégico”, que ahora incluyen aquellos activos, instalaciones o infraestructura que, de sufrir daños, podrían afectar gravemente la salud y la salud. vida, bienestar, economía, medio ambiente o seguridad del país. Con esta nueva definición, el Poder Ejecutivo podrá determinar estos objetivos estratégicos sin requerir la aprobación del Congreso, lo que representa un cambio significativo respecto de la normativa anterior.
Además, el decreto prevé la “cooperación interinstitucional” y autoriza al Ministerio de Seguridad a solicitar la asistencia de las fuerzas armadas en situaciones que el poder ejecutivo considere necesarias. Esto incluye actividades relacionadas con la vigilancia fronteriza, el apoyo logístico, la asistencia en emergencias y desastres naturales y la capacitación operativa.
El segundo decreto amplía aún más el ámbito de acción de las fuerzas armadas y sostiene que “el desarrollo tecnológico y las nuevas formas de definición de los conflictos” requieren una respuesta adaptada a los desafíos actuales. Nuevos campos de acción incluyen el ciberespacio, el espectro electromagnético y el espacio exterior. Asimismo, se redefine el concepto de agresor externo, que ya no se limita a las fuerzas armadas de otros estados, sino que incluye a las paraestatales, grupos terroristas, organizaciones transnacionales y cualquier forma de agresión que afecte los intereses vitales de la nación.
Reacciones y preocupaciones
Las nuevas disposiciones han despertado preocupación entre organizaciones sociales y de derechos humanos que creen que estas medidas podrían abrir la puerta a la militarización de la seguridad interior. Manuel Trufó, director de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Jurídicos y Sociales (CELS), dijo: “Es preocupante que se avance en la militarización de la seguridad a pesar de que no existe una situación real que así lo requiera”. indicó que el gobierno había utilizado un lenguaje vago para justificar amenazas de crimen organizado o terrorismo que podrían oscurecer un proyecto político más amplio.
Otro punto controvertido es la inclusión de infraestructura relacionada con actividades económicas en la categoría de “objetivos estratégicos”. Esto ha generado preocupación entre las comunidades indígenas y sectores sociales que temen que estas disposiciones puedan usarse para reprimir manifestaciones, desalojos o protestas sociales. El gobierno de Milei criticó los bloqueos como una forma de protesta y calificó de “terroristas” a los manifestantes y comunidades indígenas que defienden sus territorios.
Un cambio de paradigma en defensa
El gobierno de Milei ha impulsado un cambio de paradigma en la política de defensa y seguridad, con mayor inversión en el sector militar, el regreso de los desfiles militares y la difusión de mensajes que resaltan el papel de las fuerzas armadas. Un polémico vídeo fue difundido en el Memorial Day, que recuerda a las víctimas de la última dictadura militar, generando críticas por su tono reivindicativo hacia las fuerzas armadas.
De su relato sobre mafias o corruptos.
Un debate abierto
Los cambios a la Ley de Defensa Nacional han reavivado el debate sobre el papel de las fuerzas armadas en la democracia argentina. Si bien el gobierno de Milei sostiene que estas medidas tienen como objetivo proteger los “intereses vitales” del país frente a nuevas formas de conflicto, los críticos advierten sobre los riesgos de desdibujar las líneas entre defensa y seguridad interna, un principio esencial para la transición democrática de Tuvo una importancia central después de la dictadura militar de 1976 a 1983.
El impacto de estas medidas en la sociedad y los derechos humanos será un tema clave en los próximos meses mientras Argentina enfrenta profundos cambios políticos y sociales bajo el gobierno de Milei.
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