Nada mejor para un misterio con asesinato que un grupo de personas aisladas del resto de la civilización. En Asesinato en el fin del mundo, la serie que Disney+ estrena el 14 de noviembre, ese clásico lugar aislado, y del que es imposible escapar, es un hotel con todo lujo de comodidades en medio de la gélida Islandia. Un millonario invita a un selecto y variopinto grupo de personas a un particular retiro. Una de las invitadas es Darby, una joven hacker que dedica buena parte de su tiempo de ocio a investigar casos sin resolver desde que acompañaba a su padre, juez de instrucción, a las escenas del crimen. Ella acepta la invitación por la curiosidad de conocer a la esposa del anfitrión, otra reputada hacker a la que admira. Poco después de llegar a este lugar, uno de los invitados muere en extrañas circunstancias, al menos para Darby, que sospecha que se ha tratado de un asesinato.
Tras el final, en 2019, de la inquietante y audaz historia de ciencia ficción y fantasía The OA, los creadores Brit Marling y Zal Batmanglij se plantearon un cambio de tercio. En el clásico misterio con asesinato encontraron la forma de reunir a diferentes personajes de distintas procedencias y formas de pensar. “Si les reúnes y les empiezas a matar, la historia emerge”, explica Batmanglij en conversación por videollamada el lunes 6 de noviembre.
La otra raíz de esta historia, y que fue el germen de su protagonista, está en un artículo que Marling escribió para The New York Times titulado “No quiero ser una mujer protagonista fuerte”. “Cuando queremos escribir sobre mujeres fuertes, pensamos que la única forma de hacerlo es que sean asesinas o que apliquen la fuerza a través de la dominación o la violencia”, explica Marling en otra ventana de la videollamada. “Darby es nuestra prueba de que una mujer joven puede ser fuerte y que su fortaleza radique en su intelecto y en la empatía”.
“Otra idea que tenía en mente cuando escribí ese artículo era no perpetuar la imagen de la mujer como víctima”, continúa la guionista, productora y actriz. “Normalmente, cuando ves un misterio con asesinato, el punto de partida es una escena del crimen con una mujer joven muerta, guapa, a veces desnuda o con escasa ropa y cubierta de sangre. Es una imagen muy poderosa y que empuja la narrativa. Se presenta en una forma que erotiza la muerte de las mujeres. Luego el detective tendrá que identificarse con el asesino para imaginar la oscura psicosis que le llevó a asesinar. Nosotros queríamos tomar a la mujer joven, de una edad y género que habitualmente la convierten en la víctima en la narración tradicional, y convertirla en nuestra protagonista, ir a escenas del crimen con ella, donde tendrá una relación diferente con la víctima porque está más cerca a ella que de la psicología del asesino”.
Su protagonista no es el único aspecto con el que Asesinato en el fin del mundo da una vuelta de tuerca al clásico misterio criminal. La trama de la intriga en Islandia se entrecruza con una historia de amor que se desarrolla en un tiempo —el pasado— y un espacio —un Estados Unidos de moteles, polvo y arena— muy diferentes. “Queríamos entrelazar dos géneros, está el clásico whodunit [quién lo hizo], pero también la historia de orígenes de Darby, que en realidad es una historia de amor y un road trip [en un viaje en coche] mientras ella y Bill [interpretado por Harris Dickinson] viajan por el oeste de Estados Unidos, dos detectives aficionados lidiando con un caso sin resolver y lo que ocurre con ellos mientras hacen ese viaje juntos. El whodunit hace la historia de amor en ese viaje en coche más tensa, y la historia de amor hace que el misterio sea más emocional y con más peso. Esa especie de polinización cruzada era muy interesante”, describe Marling.
Ambas tramas tienen como protagonista a Darby, interpretada por una Emma Corrin que se despega definitivamente del papel de la joven Diana de Gales que interpretó en The Crown. “Cuando ves a Emma interpretar a Diana, esperas a cierta persona, pero cuando la conoces ves que es una persona totalmente diferente, es alguien que puede cambiar incluso a un nivel molecular, es como si Emma habitara en Darby”, describe Zal Batmanglij su protagonista.
La trama que tiene lugar en Islandia discurre en un futuro próximo que, por ejemplo, permite que los huéspedes del hotel cuenten con un muy avanzado asistente personal que se ejecuta por voz. La inteligencia artificial —o inteligencia alternativa, como la describe el anfitrión del retiro, interpretado por Clive Owen— es un tema que surge de forma reiterada en la serie. Batmanglij se muestra esperanzado por la aplicación que el ser humano puede hacer de estos avances tecnológicos. “Nosotros mismos debemos mucho en nuestra carrera a la tecnología. Y una nueva generación de cineastas va a ser capaz de hacer grandes películas desde su propia habitación gracias a la inteligencia artificial. Al mismo tiempo que creo que es emocionante, también da mucho miedo. Siento las dos cosas a la vez, emoción y terror”.
Además de escribir y producir la serie, Brit Marling y Zal Batmanglij, que trabajan juntos desde que se conocieron en la universidad, se reparten la dirección de los siete episodios. Marling se encargó de tres, el primero entre ellos, con lo que fue la responsable de establecer su estética y tono. “Para mí era importante crear la sensación de misterio desde muy pronto, y esa sensación de que algo está esperando en la sombra. También quería establecer un patrón que definiese cómo nos movemos adelante y atrás entre el pasado y el presente. Tenía unas referencias de colores muy específicos para la parte rodada en Islandia, solo con azules, rosados, rojos y blancos. El blanco de la nieve, el azul del hielo, el rosado de las mejillas y el pelo de Darby. Cuando vamos al pasado, sabemos que estamos ahí porque el color es muy diferente, está el siena tostado, el azul del cielo y los amarillos y naranjas del desierto”, explica Marling, que, además, interpreta en la serie a la esposa del millonario anfitrión en Islandia. En esta entrevista, realizada cuando todavía estaba en pie la huelga de actores, no se le pudo preguntar por su faceta de actriz.
El trabajo conjunto de Marling y Batmanglij ha dado creativas propuestas tanto en el cine como en la televisión. “Brit y yo creamos un mundo y creemos en ese mundo antes de compartirlo con otras personas. Hay muchas ideas que no son capaces de salir adelante porque la gente duda de sí mismos demasiado pronto, no se da espacio a la creatividad y la innovación. Creo que el miedo es lo que hace que mucha gente no corra riesgos. Cuando trabajo con Brit, ese miedo desaparece y solo jugamos. Reemplazar el miedo por juego es lo que nos provee de originalidad”, concluye.
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