Restricciones de EEUU afectan la venta de chips Huawei

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Estados Unidos ha intensificado su estrategia para frenar la expansión internacional de Huawei en el sector de la inteligencia artificial (IA), implementando restricciones más severas que buscan limitar la venta de sus avanzados chips fuera de China. El Departamento de Comercio de EE. UU. ha determinado que Huawei ha fabricado sus unidades de procesamiento Ascend 910B, 910C y la próxima 910D utilizando tecnologías estadounidenses sin la debida autorización, lo que constituye una violación de las leyes de exportación del país. Como resultado, se ha prohibido la exportación de estos chips a nivel mundial.

Esta acción se fundamenta en la gestión de patentes y tecnologías críticas que Estados Unidos controla, lo que le da poder para influir en compañías extranjeras como ASML, en los Países Bajos. Aunque ASML fabrica equipos de litografía de última generación, gran parte de sus piezas fundamentales depende de tecnología estadounidense, permitiendo a EE. UU. limitar la venta de estos equipos a China. De igual manera, se ha impedido la exportación de las GPUs Ascend de Huawei, alegando que su producción viola las normativas de exportación de EE. UU.

A pesar de estas restricciones, Huawei ha logrado mantener en circulación una versión anterior de su chip Ascend 910, fabricada por TSMC en 2019 y 2020, que no está sujeta a las nuevas prohibiciones. Sin embargo, la compañía enfrenta desafíos significativos en la producción de chips avanzados debido a la falta de acceso a tecnologías de litografía ultravioleta extremo (EUV), esenciales para la fabricación de semiconductores de última generación. Su principal socio en la fabricación de chips, Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), ha experimentado dificultades para producir chips de 7 nanómetros, lo que limita la capacidad de Huawei para desarrollar procesadores avanzados para IA y smartphones.

Asimismo, se ha señalado a Huawei por aprovecharse de una laguna en las normativas para adquirir chips avanzados de TSMC, lo cual ha suscitado críticas en Estados Unidos debido a la carencia de controles eficientes en la cadena de suministro de semiconductores. Las autoridades norteamericanas han solicitado a TSMC que refuerce sus procesos de verificación de clientes para prevenir que sus productos sean empleados en tecnologías sensibles por compañías como Huawei.

Estas medidas son parte de un plan más extenso de Estados Unidos para preservar su predominio en el sector de la inteligencia artificial y prevenir que tecnologías sofisticadas lleguen a manos de entidades vistas como opositoras. La administración estadounidense ha manifestado su inquietud de que el acceso de China a chips avanzados podría potenciar su poderío militar y de monitoreo, lo que legitima las limitaciones establecidas.

By Gladis Covas Pulido