A punto de terminar un año fuertemente marcado por la falta de alimentos o insumos médicos, la inflación, una ola migratoria nunca antes vista, y una crisis generalizada que ha afectado la vida diaria de los cubanos, el Gobierno de La Habana ha anunciado un paquete de medidas económicas para 2024 que encarecerá la vida de las familias de la isla a corto plazo.
Durante su intervención en el segundo período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su X Legislatura, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, expresó que estaban insatisfechos por “no haber avanzado lo necesario” este año. Luego de, como ya es costumbre, culpar de la situación cubana al embargo económico que desde hace décadas mantiene el Gobierno de Estados Unidos sobre la isla, los rezagos de la pandemia y la crisis global, el dirigente reconoció que no se ha logrado un incremento sostenible de las producciones nacionales y que el Gobierno pudo haberlo hecho mejor: “Podíamos haber hecho más cosas. Persisten insuficiencias propias y problemas subjetivos que afectan la capacidad de programas y proyecciones económicas”.
“Necesitamos un Ministerio de Economía y Planificación más fortalecido”, sostuvo. Añadió además que era necesario fortalecer el trabajo del Ministerio de Finanzas y Precios, aludiendo a las “dificultades”, en referencia a los altos precios de los productos debido a la inflación y la escasez en el país, y “rectificar políticas que no nos han permitido avanzar”. También reconoció que el país no está trabajando para incrementar la diversificación de bienes y servicios, y que es insuficiente la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de la economía.
A su vez, el primer ministro anunció una serie de medidas como el aumento de los precios del combustible, el de la electricidad para ciertos hogares o el alza de las tarifas del transporte. “No tendrán un gran efecto inmediato ni resolverán todos los problemas, pero avanzaremos con la convicción de que es el camino correcto para mejorar la situación actual”, afirmó Marrero.
Los cubanos temían el alza de los combustibles desde que hace unos días el presidente Miguel Díaz-Canel hablara de un posible aumento del costo de la gasolina. “¿En qué país del mundo se pueden comprar nueve litros de gasolina con un dólar?”, dijo Marrero, sin hacer mención a los bajos salarios en un país con una moneda cada vez más debilitada y donde el salario mínimo de 2.100 pesos cubanos (CUP) equivale a unos ocho dólares. Asimismo, el funcionario aclaró que el Gobierno incrementará en un 25% las tarifas eléctricas para hogares cubanos considerados altos consumidores, que excedan el consumo de los 500 kWh.
Como un derivado de la subida de los precios del combustible, Marrero reconoció que aumentarán las tarifas del transporte. Además, se subirán los precios a la tarifa de agua no metrada, la de los usuarios que no tienen contador para medir, a 21.24 CUP, porque, según el funcionario, la tarifa de 7 CUP actual (menos de un centavo de dólar) no estimula el ahorro. El próximo año, igualmente, se incrementará el precio del cigarro y el tabaco, el del cilindro de gas licuado, así como los de la medicina verde (las plantas medicinales) en el país.
En cuanto a las remesas, uno de los principales sostenes de la economía y que cargan en sus espaldas los exiliados cubanos, indicó que era una prioridad del país recuperar esos flujos, así como incrementar el ingreso de divisas, recuperar el turismo e impulsar la producción de níquel, tabaco y ron. Marrero explicó que, en aras de incentivar la producción nacional, se reducirá en un 50% el pago de aranceles a la importación de materias primas y bienes intermedios; y en cambio se elevarán las tasas arancelarias a la importación de algunos productos cubanos como cigarros, rones y cervezas. También subrayó que se impulsará el comercio electrónico con pagos desde el exterior y que se implementarán medidas para que las empresas no estatales puedan realizar sus importaciones con pagos desde Cuba.
La exención arancelaria para la importación de alimentos, aseo y medicamentos, que debía expirar el próximo 31 de diciembre y que autoriza a los cubanos importar artículos sin carácter comercial, sin límites en su valor y exenta del pago de los aranceles de aduanas, será nuevamente prorrogada. No obstante, Marrero añadió que el Gobierno trabajará en aumentar la oferta en las tiendas en MLC (de Moneda Libremente Convertible) para que los cubanos puedan acceder a la red de tiendas nacionales. En las primeras solo se puede comprar con tarjetas de crédito respaldadas con dólares u otras divisas extranjeras.
A los trabajadores de los sectores de Salud y Educación Marrero les anunció que se aumentará el pago por guardias nocturnas, por años de servicio y cantidad de trabajo. El primer ministro también se refirió a la crisis migratoria por la que 400.000 cubanos han abandonado la isla en los últimos dos años. Dijo que en mucho de lo antes mencionado “están las causas que provocan el éxodo de profesionales y jóvenes del sector estatal al no estatal y la tendencia a buscar proyectos de vida en el exterior”. Según él, las medidas anunciadas tienen el propósito precisamente de “restaurar los requisitos macroeconómicos que permitan garantizar un entorno favorable para el crecimiento económico, el desarrollo y el proceso de construcción socialista”.
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