Descifrando ‘Cuéntame’: 420 episodios y más de 1.000 personajes que han contado nuestras vidas | Televisión

El 13 de septiembre de 2001, la voz en off de Carlos Alcántara, Carlitos, comenzó a narrar la vida de su familia. 420 episodios y más de 30.000 minutos de emisión después, hemos visto desfilar por la serie más de 1.000 personajes: de Ana Duato e Imanol Arias, en los papeles de Mercedes y Antonio, hasta otros intérpretes que quizás no todos recuerden, como Luis Olmedilla, el director del banco del barrio (interpretado por Antonio Resines), o Tinín, el incombustible dueño de la taberna (Enrique San Francisco). Como explica Jacobo Delgado, guionista de la serie: “Hay actores que vinieron para pocos capítulos y fue tal el impacto de sus actuaciones que se quedaron muchos más: es el caso de Ana Arias (Paquita), que todavía sigue en la serie, o Terele Pávez (doña Pura), cuya presencia fue mayor de la inicialmente prevista”.

Tras procesar todos los subtítulos de las 23 temporadas de la serie (512 horas de emisión), hemos elaborado un mapa en el que la familia Alcántara y, en especial, Antonio y Mercedes, acumulan el mayor número de menciones cada capítulo: “Son los protagonistas indiscutibles de la serie. Salen en todos los capítulos y en todos tienen trama. El tercero en liza es Carlos, que es nuestro narrador”, precisa Delgado. Hay otros personajes que no siempre tienen trama, pero cuya presencia es “definitiva”, apunta el guionista: “Es el caso de Herminia, que es la memoria de la familia y la que siempre tiene los pies en el suelo. Su visión sobre lo que les pasa a los demás es esencial”.

En la siguiente tabla puede consultar el detalle de los episodios donde cada personaje tuvo mayor protagonismo.

El análisis de los subtítulos permite ver cómo cada protagonista tiene su propia constelación de personajes secundarios. Alrededor de los seis miembros de la familia se ven las caras de las subtramas: es el caso de Marta, Juana, Deborah (las parejas de Toni) o Valentina, la inseparable amiga de Herminia en los comienzos de la serie.

Los vestidos de Merche o el salón familiar, testigos de 30 de años de cambios

La serie pasa por algunos de los acontecimientos históricos que marcaron nuestro país en la segunda mitad del siglo XX. El nombre de Franco se llega a mencionar en 1.264 ocasiones; Adolfo Suárez, en 249. Un evento como la Expo de Sevilla, 92: es más que algunos personajes recurrentes.

La historia de España ha marcado hasta los hipotéticos desenlaces de la serie, que acabó sobreviviendo a varios de ellos: “Finales posibles ha habido muchos”, apunta Delgado. “El primero que se pensó fue la muerte de Franco. Luego el 23-F, la victoria de los socialistas en el 82, la entrada en Europa, los Juegos Olímpicos de Barcelona. Cuando supimos que esta temporada sería la última, tuvimos claro que había que llegar a 2001. Es el año de los atentados del 11-S, que cambiaron el mundo para siempre”, explica.

Un buen ejemplo de cómo los equipos de vestuario se han inspirado en la moda de cada época es el cambio a la hora de vestir de Mercedes. La misma Ana Duato, que la interpreta, ha vivido su papel como “un compromiso, representar a una mujer que era pionera para su tiempo”.

Merche comienza su periplo por la serie como una mujer de pueblo recién llegada a la capital y acaba siendo una prestigiosa diseñadora de moda. La Merche de los sesenta vestía delantales, vestidos estampados y faldas por debajo de la rodilla. A medida que el personaje evoluciona (abre su propio negocio, va a la universidad, aprende a conducir…) lo hace también su forma de vestir. En su armario aparecen pantalones algo acampanados, vestidos entallados que realzan la figura o prendas con estampados alegres o colores intensos.

En los años ochenta, Mercedes atraviesa una época de cambios. Y su vestuario con ella. Las camisas anchas empiezan a ser una constante después de superar un cáncer de pecho; los vestidos y las faldas continúan siendo estrechos, pero a la vez su largo crece, hasta tapar las rodillas.

El momento más transgresor sucede quizás justo cuando decide divorciarse de Antonio, en la vigésima temporada. De la mano de Fabiola, una cantante de orquesta, y tras conocer a Max, se enfunda una camiseta de los Rolling Stones, pantalones pitillo y zapatillas deportivas. Es la Mercedes que quiere dejar atrás a la esposa y madre de familia de su vida anterior.

En las últimas temporadas, una Ana Duato envejecida más de 15 años por encima de su edad real representa a una Merche de casi setenta años. Su vestuario es cercano a la moda de finales de los noventa: botas altas de cuero, largos cárdigan y grandes pañuelos.

En Cuéntame, también hay lugares que evolucionan. El más emblemático es el salón de la familia, el punto de reunión de la paella de los domingos.

A través de esta y el resto de las estancias de las casas de los Alcántara, la serie cuenta “la historia de las pequeñas cosas”, como resume Delgado: “Los vasos de Duralex o las ollas Iber que teníamos todos en casa de nuestros abuelos o padres. Son objetos de la vida cotidiana que nos unen y nos evocan, porque todos los hemos tenido”.

El clásico cuadro de “perretes y ciervos”, como lo llama Antonio Alcántara, cruza de extremo a extremo la historia de la familia: con los años va cambiando de sitio por la casa hasta llegar a la habitación de Merche bajo una manta, en pleno divorcio.

‘Cuéntame’: ¿mejor que el resto de las series españolas?

Desde que se estrenó la serie en 2001 ha cambiado nuestra forma de consumir el contenido, y con ella los datos de audiencia: el capítulo más visto de Cuéntame (el último de la tercera temporada) superó los siete millones de espectadores y el 51% de audiencia, un dato extraordinario.

La familia Alcántara ha coincidido —y sobrevivido— en las pantallas con otras series que marcaron época como Los Serrano, Aquí no hay quien viva o El Ministerio del Tiempo, pero compararlas es difícil. Si se miran las valoraciones de usuarios anónimos en Imdb (The Internet Movie Database), en el ranking de las 100 mejores series españolas, Cuéntame ocupa una posición intermedia.

En esta clasificación conviven miniseries con tramas cortas e intensas y telenovelas de miles de capítulos donde es más probable que haya capítulos peores. Un ejemplo de esto es la nota media de los ocho capítulos de Veneno, que lidera el ranking con un 8,7. Cuéntame tiene 41 capítulos que igualan o superan esa calificación.

Cuéntame es extraordinaria también por la estabilidad de sus valoraciones. En el siguiente gráfico se ven otras series españolas largas. En algunas como Los Serrano, Los Hombres de Paco o Aquí no hay quien viva, las puntuaciones caen gradualmente o acaban cayendo con últimas temporadas desastrosas. Otras, como 7 vidas y Águila Roja, parecen mejorar hacia el final, pero se aprecia que los ve y valora mucha menos gente.

Montserrat Hidalgo ha participado en la elaboración de esta pieza.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

_